jueves, 26 de febrero de 2009

Hera y el árbol

Soy el árbol que en la noche respira
el pertinaz recuerdo del día
y veo, una y otra vez, hasta hastiarme
todos los acontecimientos que viví

Recordar tuerce mi cuerpo
haciéndolo aún más nudoso
y mis hojas se secan más aprisa

De pronto viene el viento nocturno
y en medio de tanta oscuridad
siento como esa misteriosa caricia
de la naturaleza
suelta mis pellejos al suelo

Soy un árbol todas las noches
un árbol cada vez más estrangulado
un árbol cada vez más sacudido
un árbol que se mueve a fuerzas
del viento y de los golpes

La gente del pueblo
mira al árbol que camina
con su horrible sombrero de hongo
dando pasos como de los prisioneros
poco a poco

Y miran y dicen:
ahí va el pobre arlequín
que Hera transformo en árbol
algo que a Ovidio se le olvido
de contar

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