todo había cambiado
el mundo no era el mismo
y el cuarto era diferente
Recuerdo que
empecé a mirarme
empezando por mis pies
y terminando en mi cabeza
Los pies eran de lagarto
las piernas tenían plumas
y mi cabeza era de león
Enseguida emití un grito
por el espanto
que me había provocado
aquella transformación
Pero adivinando en la cura
me fui a Grecia en un barco
y allí encontré una hechicera
que me dijo
lo que había que hacer
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