sábado, 14 de abril de 2007

Caja musical

La calle esta vacía, ni siquiera el vuelo de alguna polilla rompe la quietud, todo es silencio y soledad. Pero de pronto del filo del techo cae una gota que se estrella sobre el piso y retumba como un cataclismo. De pronto una bacteria muere asesinada por la gota y de pronto alguien abre una ventana y suelta un grito descomunal. Entonces la calle vacía se convierte en una caja musical en donde yo también actúo al atravezarla.
El hombre mono que abrió la ventana esta mirando el cielo, esta borracho y su sonrisa se convierte en una mueca indescifrable. Detrás de el se escucha una voz majadera que no alcanzo a entender. Por unos instantes pienso que no debería estar aquí, pero meto mis manos en los bolsillos, alzo los hombros y camino hacia el final de la calle que me espera desde hace mucho.

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